Andar por la calle parece algo que está exento de problemas y que resulta muy sencillo. Pero es más fácil de lo que creemos tropezar, caer y resultar heridos . Unas veces puede ser a causa de un despiste o cualquier otra cosa que nos haga distraernos y caer o golpearnos con algo. En este caso, es fruto de la mala suerte y solo hay que acudir a un centro médico para recibir atención médica.
Pero en otras ocasiones se trata de un accidente causado por algún objeto dejado en condiciones inadecuadas en la vía pública, el firme en mal estado o cualquier otra causa de la que tiene responsabilidad otra persona u institución.
En ese caso se tiene que actuar de manera diferente y hacer constar fehacientemente que el daño se ha producido por esas causas. Lo primero es lo primero y se ha de avisar a la policía municipal para que conste la causa de la caída o el accidente en vía pública. Esta se encargará también de avisar a una ambulancia si es necesario o de acompañarle hasta el centro médico donde se deberá pedir un informe con todo el daño sufrido.
Este servirá para comenzar el proceso para exigir responsabilidades ante lo sucedido. Para acreditar las lesiones sufridas y las consecuencias derivadas del suceso, puede ser necesario, además, tener un informe pericial que acredite el origen de esas lesiones y consecuencias, ya que el informe inicial solo registra los daños sufridos en el momento.
Dependiendo de la gravedad de las heridas, estas pueden hacer que se incremente el daño sufrido o pueden incluso existir secuelas psicológicas que no aparecen en el primer informe. Este informe hará que se tenga todo más claro y el juez, llegado el caso, pueda ver con más facilidad todo lo que ha causado este accidente.
Un informe pericial redactado por un profesional aporta todos los datos relativos a la salud del paciente y determina el origen de los problemas que se denuncian, con resultados objetivos y que representan la mejor prueba posible para confirmar lo que se está declarando.