A todos nos ha pasado en alguna ocasión. Hemos sufrido un accidente o nos hemos visto involucrados en algo que está cubierto por un seguro, pero la indemnización que hemos recibido no se ajusta a las condiciones del documento que hemos firmado con anterioridad.
¿Qué podemos hacer si la empresa aseguradora no ofrece la indemnización que se comprometió a realizar en un primer momento?
Como todo, al existir un documento firmado por ambas partes, se puede comprobar si esa indemnización se ajusta o no a las condiciones que se establecieron en su momento. Para ello, se ha de consultar bien la póliza. Normalmente, el farragoso lenguaje que se utiliza para redactarla, exige que sea un abogado o una persona familiarizada con los términos usados para determinar dónde podría estar el problema, si lo hubiera.
La póliza determina los casos en que se debe percibir una indemnización, sus excepciones y las cuantías
Una vez determinado dónde puede estar el punto que haya causado el problema, se ha de establecer la reclamación para hacer ver a la compañía aseguradora que se ha incurrido en un error y que la cantidad ofrecida no se ajusta al documento.
Quizá sea necesario aportar también una valoración de los daños sufridos, así que sería necesaria una peritación médica que aporte las pruebas necesarias para acreditar el daño sufrido y sus consecuencias.
Con este informe, el profesional podrá determinar el alcance real del siniestro y las consecuencias que el asegurado ha sufrido. Además de aportar los resultados de las pruebas, de manera totalmente objetiva, podrá aconsejar al asegurado sobre la idioneidad de continuar con el proceso judicial o desestimar hacerlo, si no existe motivos para continuar, ahorrándole una buena cantidad de dinero.
Si hiciera falta, el informe pericial puede utilizarse para continuar con el proceso y ser determinante para que el juez tome su decisión.