A la hora de exigir una indemnización a una compañía de seguros tras un accidente, hay que tener en cuenta ciertas cosas que pueden hacer que todo se tramite como debe hacerse y se llegue a una resolución justa. Una de ellas es la existencia de un peritaje médico que valore y acredite el alcance de las lesiones sufridas de manera objetiva y que pueda presentarse ante un juez, si es necesario, para hacer valer sus derechos.
En este peritaje constan los daños sufridos directamente a causa del accidente o siniestro y las consecuencias derivadas del mismo. Con esta información se puede valorar de forma correcta las lesiones sufridas y sus consecuencias. Pero normalmente, el perito que ofrece el seguro está condicionado por la aseguradora.
Un informe pericial independiente resulta más objetivo y útil a la hora de solicitar una indemnización
Es fácil de entender: aunque no se puede dudar de su profesionalidad, la lectura que se hará podría estar condicionada por la aseguradora, que es quien aporta el informe y además debe de hacer frente a la indemnización.
Para evitar cualquier suspicacia y para tener bien claro y de forma objetiva este informe pericial, es aconsejable realizar una segunda peritación médica por parte de un especialista independiente, en el que se eviten las relaciones entre el mismo y el paciente y la aseguradora, para asegurar unos resultados totalmente objetivos y fuera de toda duda.
Este especialista debe acudir luego ante sede judicial si fuera necesario para ratificar el informe pericial, por lo que su informe puede ser considerado por el juez y servir para ajustar la indemnización a los daños reales sufridos.
Con la presencia del profesional de peritaje en el juzgado se pueden establecer una indemnización más acorde al daño sufrido y exigir un pago más justo como compensación al accidente.